The Definitive Ealing Studios Collection Vol. 3 (VO Inglés) - Blu-Ray

Cuatro películas de los legendarios Ealing Studios. 'The Ladykillers' (1955) es la última de las comedias de Ealing. La excéntrica casera Wilberforce (Katie Johnson) cree que su nuevo inquilino, el profesor Marcus (Alec Guinness), y sus asociados el Mayor (Cecil Parker), Louis (Herbert Lom), Harry (Peter Sellers) y One-Round (Danny Green) son músicos aficionados.Sin embargo, de hecho son los autores de un atraco a un banco, buscando sacar sus ganancias mal habidas de Londres. Todo va bien hasta que la señora Wilberforce es persuadida por Marcus para reclamar su "baúl" de la estación; Es solo entonces que los planes cuidadosamente establecidos del genio criminal comienzan a salir mal ... En 'El hombre del traje blanco' (1951), el excéntrico Sidney Stratton (Alec Guiness) es un limpiador de laboratorio en una fábrica textil que inventa un material que no se desgastará ni se ensuciará.Inicialmente aclamado como un gran descubrimiento, el asombroso invento de Sidney es sofocado por la gerencia cuando se dan cuenta de que si nunca se desgasta, la gente solo tendrá que comprar un traje de ropa. 'The Magnet' (1950) es una comedia suave sobre la infancia, la culpa y las medias verdades protagonizada por un joven James Fox (entonces conocido por su nombre real, William Fox) como Johnny Brent, un niño travieso que engaña a un niño más joven (Keith Robinson) para que le dé su imán a cambio de un reloj "invisible". Habiendo obtenido con éxito el imán, Johnny inmediatamente comienza a sentirse culpable por su comportamiento estafador.Su culpabilidad desencadena una cadena de suposiciones fuera de lugar que conducen a una búsqueda del niño, que ha huido después de convencerse de que es buscado por asesinato. John Mills protagoniza el docu-drama 'Scott of the Antractic' (1948), que captura la desafortunada expedición final al Polo Sur en 1912 del explorador británico Robert Scott. Este drama clásico destaca los problemas que acosan el viaje, y está acompañado por la música de Vaug