England, My England (VOSE) - DVD

Henry Purcell es un misterio. Sabemos dónde está enterrado (junto a Vaughan Williams en la Abadía de Westminster), pero eso es todo. Ni siquiera sabemos quién pagó su lápida conmemorativa en la Abadía. Nadie sabe con certeza dónde nació, ni siquiera exactamente cuándo nació. No sabemos quién fue su padre, ni el nombre de su madre. Vivió exactamente el mismo número de años que Mozart, sólo treinta y cinco, pero sólo sabemos en detalle lo que hizo durante tres de esos años.Página tras página de los manuscritos de algunas de sus obras maestras están completamente en blanco. Purcell era y es un misterio, excepto que sabemos que escribió más de mil obras, al menos una por cada semana de trabajo de su vida. ¿Cómo hacer entonces una película sobre una persona tan misteriosa, casi inexistente, cuya gloriosa música sigue siendo nuestra principal fuente de información? Sabía que John Osborne, con quien había trabajado varias veces, tocaba la música de Purcell más o menos continuamente en su gran casa de Shropshire, como escribió más tarde para la película: "Viví entre las colinas marcadas aquí, arraigadas aquí, en la antigua época inglesa". Aunque ya estaba muy enfermo, el desafío insufló nueva vida al viejo perro, como él habría dicho.Trágicamente, murió antes de que la película estuviera terminada y su trabajo fue hábilmente completado por su amigo (siempre se refirió a él como 'Cabo') Charles Wood.